A la vez, esa clase de "solución de los sólidos" destrababa toda la compleja trama de las relaciones sociales, dejándolas desnuda, desprotegida, desarmada y expuesta, incapaces de resistirse a las reglas del juego y a los criterios de racionalidad inspirados y moldeados por el comercio, y menos capaz aun de competir con ellos de manera efectiva.